Escribe: Pedro N. Castañeda Pardo
Hoy estuve recorriendo parte del distrito de Aucallama, lugar donde se ubica el Resto Arqueológico de Pisquillo que pertenece a la Cultura Chancay. Si pues, en efecto, recordaba que hace unos 13 años, exactamente en enero del 2003, publiqué un artículo en la Revista “La Naranja” de mi amigo Víctor Vilca Uribe, cuya copia anexo a la presente nota, donde daba a conocer mi natural preocupación por el estado de conservación de dicho recinto.
Hoy sentí el mismo sentimiento de indignación al recorrer dicha zona. Casi poco o nada se ha hecho por preservar, como debiera ser, dicho espacio. Ojalá, ahora que hay presupuesto para sostener una burocracia dorada en el gobierno central y regional se le ponga un poco más de interés en trabajar por su conservación.
Lo demás ya es conocido.