jueves, 13 de septiembre de 2018

El ocaso de la política


Escribe: Pedro N. Castañeda Pardo

        Estamos acudiendo a un oscurantismo terminal en la política peruana. Nunca como ahora, en las vísperas de las próximas elecciones municipales y regionales, el poblador no tiene claro por quién votar y esto es peligroso, porque cualquier advenedizo puede terminar siendo autoridad. Un buen reflejo de ésta realidad, es  cuando, cada día, vemos como en el Congreso  los legisladores en un pugilato de palabras se dicen de todo,  y  luego se juntan para tranzar sus propios intereses.  Desde luego, un mal ejemplo para toda la población y el recrudecimiento del  cáncer terminal para la política nacional.
          Es bueno recordar, que hace 200 años los próceres y precursores lucharon por la independencia del Perú. Pero, esto no fue gratis, una vez proclamada la independencia muchos de ellos se cobraron los gastos de la lucha y otros fueron pagados con tierras y beneficios gubernamentales de la época. En ése entonces, por las venas del pueblo peruano; es decir, de la gran mayoría de peruanos abusados y explotados se paseaba un patriotismo puro, de amor a su tierra, a su pasado. Reclamaban con orgullo ése incanato que se iba extinguiendo lentamente en nuestra  sociedad.  Pues, habían visto en la colonia española  un régimen corrupto,  explotador y abusivo.  Por eso era justo y merecido entregar hasta la vida por la libertad de nuestra patria. 
            Pero, de eso se aprovecharon unos pocos que siempre buscaron llegar y tener el poder como mecanismo de abuso y dominación. Desde la independencia hasta la fecha, hemos tenido 61 presidentes de la república. Si bien, no todos; pero la gran mayoría han estado envueltos en corrupción. No de ahora, sino, incluso,  después de la independencia y durante  la guerra con Chile. Unos dejaron obras sobrevaloradas, otros, fueron creando grupos ocultos de poder y han fortalecido empresas monstruosas de corrupción. Y, como es lógico, se han hecho ricos con el correr de los siglos, al extremo que, han heredado a sus generaciones inmensas fortunas que ahora son los dueños del Perú, y se valen de la política para proteger sus riquezas mal habidas.
             De este mal ejemplo histórico,  a paso lento, otro grupo de peruanos han despertado y  se han dado cuenta que hacerse ricos en el Perú es fácil. El el camino es llegar al poder a cualquier costa. Pensando ya no en las grandes mayorías, sino en usar a  la política como una alternativa para resolver sus problemas económicos personales  y familiares.
          No es raro escuchar ahora, que los ex alcaldes y ex presidentes regionales se van a la reelección a otras jurisdicciones. Ex alcaldes ponen de candidatos a alcaldías y regidurías a sus hijos y familiares, como si esto fuera un botín personal o familiar. Ya no es raro, por ejemplo, en estas elecciones ver cómo, al no tener partidos políticos bien cimentados, los candidatos que ayer despotricaban a unos, hoy van juntos tomados de la mano. Hemos, acaso, renunciado a esos principios que debe tener todo aspirante a política?  Antes, ser de izquierda era un honor. Hoy da igual que pienses como de derecha o izquierda, porque lo que más interesa es el poder, venga de donde venga.
            Pareciera que se está cumpliendo, lo que una damisela dijera en la tv basura: “business son business”.
           Ya no se puede creer en nadie, dice la gente. Entonces, a quien le creemos? No les parece que ésta respuesta  es peligrosa?  Si pues, en toda su dimensión es peligrosa.  Pues, ocurriría que algún forastero termine siendo autoridad o nos termine ganando  el pensamiento extremo con ánforas llenas de votos en blanco o viciados.
               Estamos advertidos.
            Alguien tendrá que aliviar ésta fiebre que está  a punto de reventar el termómetro.  Elegiremos, acaso, al menos sospechoso de corrupción o a un corrupto que nos llene de regalos, quién sabe por qué?
            Pensando con un poco de hielo en la cabeza. La política como está ya  no sirve de mucho. Estamos viendo cómo la justicia en el Perú es para quienes  tienen dinero y el poder político. En vez de buscar soluciones, las entrampa.  Por lo tanto, debemos trabajar pensando en una nueva constitución, donde el pueblo tenga capacidad de participar y no ser usado, cada cierto tiempo, para validar con sus votos a autoridades corruptas. O tal vez, en una mañana no lejana estemos pregonando por calles y avenidas que se refunde la  república del Perú. La solución está en nosotros.

jueves, 19 de abril de 2018

Así nació la Asociación Progresista “San Pedro de Pirca”, Huaral, Lima

Escribe: Pedro N. Castañeda Pardo

La historia de las Comunidades Campesinas es muy rica en conocimiento ancestral.  Su trascendencia cultural, desde hace muchas décadas, ha migrado conjuntamente con sus hijos a las grandes ciudades de nuestro país; incluso, al extranjero. Por ejemplo, los hijos de la Comunidad Campesina "San Pedro de Pirca", allá, por la década de los años 50 y 60, migraron hacia Lima, que era y sigue siendo la ciudad de las oportunidades, tanto para el estudio como para el trabajo.
Sin embargo, los hijos migraron con su cultura, llevando entre sus venas: el huayno, su comida y la forma mancomunada de hacer los trabajos.  Tal es así que, en el año 1965, los hijos residentes en la ciudad de Lima,  fundan la Asociación Progresista “San Pedro de Pirca”.
Recuerdo ahora, que, en dicha Asociación, en mi época de estudiante universitario, allá por el año 1984, tuve la suerte de ser Secretario de la Asociación Progresista “San Pedro de Pirca”, cuando mi hermano, Juan Castañeda Pardo, asumió la presidencia.
Revisando entre mis archivos, encontré una copia simple del acta de fundación de la Asociación Progresista “San Pedro de Pirca”. Aunque luce amarillenta, por el correr de los años, les presento para el conocimiento y orgullo de mis paisanos de Pirca, como parte de nuestra historia generacional.
Seguramente, los que aparecen en dicho testimonio escrito ya no estarán entre nosotros; pero, mi reconcomiendo póstumo a todos ellos, porque dieron su cariño y su entusiasmo por la tierra que nos vio nacer, bajo el lema: "Por Pirca todo nos une, nada nos separa”.
Primera hoja del acta de fundación

Segunda  hoja del acta de fundación