jueves, 20 de enero de 2022

Una mirada a las elecciones regionales y municipales 2022

 


Plaza de Armas de Huaral lugar donde, con motivo de  elecciones, suelen reencontrarse viejas amistades.

Escribe: Pedro N. Castañeda Pardo

Empiezan a sonar los tambores para las próximas elecciones regionales y municipales que se realizará en el mes de octubre. Las encuestadoras hacen su trabajo lanzando pronósticos de los favoritos cuyas preferencias, hasta el día de las elecciones, suelen invertirse. Todavía no se conoce oficialmente a los candidatos; pero, algunos, tímidamente ya  asoman por sus ventanas.

La gente común, los que con sus votos elegirán a las autoridades están más preocupados en el diario vivir: falta de trabajo, delincuencia, alto costo de vida, etc. De ahora en adelante,  se escucharán las más ácidas críticas a los candidatos, los habrá entre contrincantes, ya sea por los medios de comunicación o por  las redes sociales que, sin duda, jugarán un rol importante en este proceso debido a la pandemia.

Muchos de los precandidatos están acudiendo a la vieja estrategia de salir a los pueblos y ofrecer regalos. Por ejemplo, salir en la navidad y dar chocolatadas a los niños, sin tener en cuenta el problema de salud que nos aqueja. Acciones que podrían considerarse como un disparo al aire. Pues, vendrá otro y hará lo mismo. Ya no basta tener plata como cancha, sino contar con equipos de personas preparadas en el uso de las tecnologías de la información y candidatos que tengan arraigo en la población.

Entonces, en estas elecciones ganarán los que usan adecuadamente los medios de comunicación, las redes sociales, los que menos insulten al oponente y, no necesariamente, los que caminan llevando regalos. Es decir, los que emitan mensajes potentes por el Facebook, Twitter, YouTube, Whatsapp, Instagran, etc. En pocas palabras, será una campaña donde los jóvenes y los entendidos en el uso de las tecnologías de la información tendrán un rol protagónico y hasta decisivo difundiendo la imagen y propuesta de los candidatos.  Ahora bien, dependerá de la síntesis, diseño y calidad de la redacción e imágenes que transmitan en las redes sociales y las pintas y gigantografías que se exhibirán en calles y avenidas. Por supuesto, sin desmerecer el carisma y la humildad que cada candidato debe llevar consigo. No ganará el soberbio ni el arrogante. La población está asumiendo una posición crítica frente a los problemas  de la sociedad actual.

Seguramente, vendrán ventarrones de ofrecimientos y cuestionamientos a cada uno de los aspirantes; pero, será decisivo el perfil del candidato. Por ejemplo, para consolidar su imagen, tendrá que aclarar denuncias fundadas que aparecerán, el origen de su patrimonio, sustentar su trayectoria personal. De no hacerlo, será ventaja para el oponente.

Ganarán las elecciones del 2022, los candidatos que describan con mayor claridad la problemática de cada distrito, provincia o región y quienes  plantean propuestas viables. Quiere decir, quien conozca la realidad concreta estará en condiciones de plantear  alternativas de solución.

 Finalmente, en política, la gente ya no es tonta. Te escucha, pero no te cree.