Autor: Pedro N. Castañeda Pardo
En homenaje a las
víctimas de los accidentes de tránsito en el valle de Huaral
De hoy en adelante,
ya no será un noviembre cualquiera,
porque con sangre guerrera
se han teñido los pajonales
que tranquilos reposaban
en el valle de Huaral.
Nos han dejado llorando
nuestros hermanos atavillanos
que recorrían su patria adorada
uniendo alma y corazón.
El silencio ha teñido de rojo
la inocencia de almas atavillanas
que viajaban por los caminos de siempre
en busca del suspiro que no volverá.
Atavillos Alto y Atavillos Bajo
han nublado sus ojos con gotas de dolor,
y un manto lejano ha cubierto el cielo
con flores del campo
que hoy están ausentes, no sé por qué.
¿Por qué pues, cerro de mis abuelos
has apagado tantas luces,
mientras el sol y la luna
abrazaban a tus hijos
que alegres viajaban
sobre tu región?
Un noviembre del 2022 que no se olvidará.
Las madrecitas que partieron
ya no llevarán sus mantas de colores,
y los valientes guerreros que se fueron,
sombreros en mano, nos estarán mirando
que estamos llorando, en busca de perdón.
16/11/2022
ya no será un noviembre cualquiera,
porque con sangre guerrera
se han teñido los pajonales
que tranquilos reposaban
en el valle de Huaral.
nuestros hermanos atavillanos
que recorrían su patria adorada
uniendo alma y corazón.
la inocencia de almas atavillanas
que viajaban por los caminos de siempre
en busca del suspiro que no volverá.
han nublado sus ojos con gotas de dolor,
y un manto lejano ha cubierto el cielo
con flores del campo
que hoy están ausentes, no sé por qué.
has apagado tantas luces,
mientras el sol y la luna
abrazaban a tus hijos
que alegres viajaban
sobre tu región?
Las madrecitas que partieron
ya no llevarán sus mantas de colores,
y los valientes guerreros que se fueron,
sombreros en mano, nos estarán mirando
que estamos llorando, en busca de perdón.
16/11/2022
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